Daisaku Ikeda y Dunhuang
Zhao Shengliang es un destacado académico chino y una autoridad en las Grutas de Mogao de Dunhuang. Conocido por su amplia experiencia en el estudio y la conservación de estos históricos templos rupestres budistas, actualmente es director de la Academia de Dunhuang. Ha efectuado importantes aportaciones a la investigación, conservación y promoción de las cuevas de Mogao, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su trabajo ha fomentado la comprensión internacional de la importancia cultural y artística de los murales y manuscritos de Dunhuang, y sirve de puente entre la erudición histórica y los esfuerzos contemporáneos de preservación.
Zhao Shengliang
Daisaku Ikeda y la Soka Gakkai, bajo su liderazgo, dedicaron denodados esfuerzos durante muchos años apoyando emprendimientos culturales, educativos y de construcción de la paz en todo el mundo. El señor Ikeda también ha promovido la armonía en las relaciones entre China y Japón y, en numerosas ocasiones durante sus visitas, no solo expresó un profundo interés en la conservación y el estudio del patrimonio cultural de Dunhuang, sino que también realizó donaciones y obsequios a la Academia de Dunhuang, apoyando así nuestra labor.
Cuando en 1980 el señor Ikeda visitó China, mantuvo conversaciones con Chang Shuhong, entonces director de la Academia, sobre temas que versaban desde la historia de la Ruta de la Seda hasta la cultura budista y el arte de las Grutas de Mogao. Mostrando una inmensa curiosidad por el arte de Dunhuang, destacó su aprecio por la labor del director Chang en la conservación de las cuevas. Más tarde, a través de un intercambio epistolar, descubrieron que compartían puntos de vista comunes en asuntos como la prosperidad de la humanidad, la paz mundial y las responsabilidades que el budismo tiene para con la sociedad.
El señor Ikeda escribió: «Oro fervientemente para que, a lo largo de la Ruta de la Seda espiritual que fluirá en el nuevo siglo, surjan baluartes de paz como Dunhuang –dun (espléndido), huang (resplandeciente)–, que alentó el florecimiento de tan hermoso arte, en todas las tierras de forma ilimitada».[1] Sus intercambios se recopilaron y publicaron en un volumen en chino bajo el título: El resplandor de Dunhuang: Diálogo entre Daisaku Ikeda y Chang Shuhong –traducción tentativa– (Pekín: China Social Sciences Press, 1991).
En 1982, durante una visita a Japón del segundo director de la Academia de Dunhuang, Duan Wenjie, el señor Ikeda se reunió con él y luego, en junio de 1984, durante la sexta visita del señor Ikeda a China, el señor Duan hizo un esfuerzo para reunirse con el señor Ikeda en Pekín, donde conversaron sobre los planes para una exposición artística que se celebraría al año siguiente en el Museo de Arte Fuji de Tokio.
En octubre de 1985, con el apoyo del señor Ikeda, de la Academia y de otras muchas personas, se inauguró en el museo la exposición «Tesoros de Dunhuang, China». Se expusieron ciento trece objetos, incluidos los 36 manuscritos del Miaofa lianhua jing (Sutra del loto de la Ley prodigiosa), en posesión de la Academia, que fueron encontrados en la Cueva Biblioteca de Dunhuang (Cueva Mogao 17). También se incluyeron 21 copias de murales de las grutas que mostraban, entre otros temas, escenas del Sutra del loto, y 56 reliquias culturales halladas en la región de Dunhuang.
Esta enorme exposición sobre Dunhuang fue muy notoria, y el apasionado interés que despertó desempeñó un firme papel en el fomento del amistoso intercambio cultural entre China y Japón. El señor Ikeda, que mantenía un interés constante en la conservación y protección de las cuevas de Dunhuang, solicitó en no pocas ocasiones que la Soka Gakkai donara vehículos y equipos de investigación, con lo que colaboró directamente a los esfuerzos de preservación e investigación.
En 1990, durante un viaje a Japón, el director Duan Wenjie visitó las oficinas del periódico Seikyo Shimbun en Tokio el 28 de diciembre y nuevamente se reunió con el señor Ikeda. Trataron asuntos que iban desde las antiguas artes de Dunhuang hasta la dirección en la que se desarrollaban en el presente. Uno de los temas que abordaron fue la conexión entre la gente común y Dunhuang: el señor Duan señaló que el arte mural de la zona lo habían creado pintores anónimos del mundo antiguo y que muchos murales presentaban escenas de la vida cotidiana de la gente de la época. El señor Ikeda respondió que «Dunhuang, enraizada en el budismo, era una fortaleza de la cultura, una fortaleza de la paz, creada, disfrutada y protegida por el pueblo».[2] Su conversación apareció íntegramente en el periódico Seikyo el 29 de diciembre de 1990. Además, durante su visita, el señor Duan recibió el Premio de Máximo Honor del Museo de Arte Fuji de Tokio.
El intercambio entre la Academia Dunhuang y la Soka Gakkai se mantiene invariable con la entrada del siglo xxi: en 2012, por invitación del director del Instituto de Filosofía Oriental (IOP, por sus siglas en inglés), Yoichi Kawada, la directora de la Academia, Fan Jinshi, visitó la ciudad japonesa de Kobe para participar en la inauguración de la exposición «El Sutra del loto, un mensaje de paz y coexistencia armoniosa» (en adelante, «Exposición del Sutra del loto»). En el mismo viaje, no solo visitó el IOP de Tokio, sino que también mantuvo conversaciones con el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada. Posteriormente, la Academia y el IOP copatrocinaron la «Exposición del Sutra del loto» tanto en Singapur como en Corea del Sur, y, coincidiendo con ella, el investigador de la Academia, Zhang Yuanlin, dictó una conferencia.
En septiembre de 2018, la Academia y el IOP celebraron juntos el simposio académico Dunhuang y el Sutra del loto en la ciudad homónima, y el señor Ikeda se tomó la molestia de enviar un mensaje de felicitación. En él señaló los maravillosos recuerdos que guardaba de los señores Chang y Duan, y expresó su más profundo deseo de que la reunión sirviera para impulsar el crecimiento de las relaciones pacíficas y amistosas entre China y Japón. También dijo: «Estoy convencido de que Dunhuang, como conglomerado cultural de la Ruta de la Seda, en la que interactuaron diversos pueblos y etnias, brillará aún más que antes, y su arte y estética conmoverán los corazones de todos nuestros contemporáneos. Dunhuang, como exuberante oasis de espiritualidad humana, seguirá animándonos desde lo más profundo de nuestro ser con su llamada universal a la paz, la coexistencia y el humanismo».[3] Seis de las ponencias dictadas en este fructífero encuentro se publicaron posteriormente en chino en la revista Dunhuang Yanjiu» (Estudios sobre Dunhuang) y en japonés en Toyo Gakujutsu Kenkyu (Revista de Estudios Orientales). Tras el simposio, la Academia y el IOP firmaron un convenio de colaboración por el que se comprometían a proseguir los intercambios académicos y los esfuerzos conjuntos de investigación, que han continuado hasta hoy.
En una mirada retrospectiva sobre los cuarenta años de apoyo y reconocimiento que el señor Ikeda y la Soka Gakkai han brindado a nuestra labor de preservación de las reliquias de Dunhuang, nos impresiona profundamente su vasta comprensión de la cultura budista y su consideración por el patrimonio cultural de la humanidad. No solo fomentó, mediante actividades religiosas y culturales el progreso hacia una civilización centrada en el ser humano y luchó por la paz mundial, ¡sino que dedicó a ello las energías de su vida entera! Y ahora no cabe duda de que el espíritu del señor Ikeda nos inspirará por siempre a realizar mayores esfuerzos en la conservación científica de ese patrimonio cultural, en los estudios académicos y en la promoción continua del intercambio y la coexistencia cultural, así como en la consecución de la paz para la humanidad.
[Publicado por primera vez en el Boletín n.º 10 del Instituto de Filosofía Oriental, de abril de 2023 a marzo de 2024]
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