Entrevista a Kenneth M. Price
14 de agosto de 2010
[Extracto de una entrevista efectuada el 14 de agosto de 2010 al doctor Kenneth Price, profesor de literatura estadounidense de la Universidad de Nebraska en Lincoln, por Masao Yokota, asesor del Centro Ikeda para la Paz, el Saber y el Diálogo. En 2005, el doctor Price participó en un foro conmemorativo del 150º aniversario de Hojas de hierba, de Walt Whitman, llevado a cabo en el Centro Ikeda.]
Masao Yokota: Hoy es 14 de agosto. En esta misma fecha, en 1947, Daisaku Ikeda, a los diecinueve años, conoció al segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, que se convirtió en su maestro en la vida. El señor Ikeda ha relatado que una semana antes de conocer a Toda, quedó conmovido ante la vista de la hierba que crecía en medio de las cenizas, a pesar de la devastadora destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial. Se sintió emocionado ante la vitalidad y la fuerza de la naturaleza.
Inspirado por la imagen de las briznas de hierba, Ikeda había pensado en componer un poema en tributo a la fuerza de la naturaleza. La tarde en que conoció a Toda, durante un encuentro de diálogo de la Soka Gakkai, Ikeda sintió la misma energía que emanaba de aquel. Entonces, hacia el final de la reunión, se puso de pie y declamó el poema que había compuesto espontáneamente en ese momento: "Viajero, / ¿de dónde vienes? / ¿Y a dónde vas? / La luna se ha escondido / y el sol todavía no ha salido. / En la oscuridad que precede al amanecer, / avanzo / en busca de la luz. / Para dispersar las oscuras nubes de mi mente, / para buscar un gran árbol que la tormenta no derribó, / surjo de la tierra".(1) ¿Cuál es su impresión del poema?
Kenneth Price: Es intenso en su sencillez. Su falta de pretensión es parte de su encanto, como lo es también su arraigo a la tierra, aunque se incline hacia lo espiritual. Me resulta adecuado y convincente.
Algo sobre lo que siempre me pregunto es la relación entre el "tú" y el "yo". El poema comienza con "¿de dónde vienes?"; pero luego, en los cuatro versos finales, dice "avanzo" y "surjo de la tierra", enfocándose en la primera persona. Tal vez adquiere intensidad porque hay cierto misterio. Quizás se deba al hecho de que, aunque haya personas que ejercen una gran influencia en nosotros, nunca estamos seguros de cómo se generó esa influencia.
Yokota: ¿Cree usted que la palabra "viajero" tiene alguna significación?
Price: Me pareció interesante cómo se inicia el poema en los dos primeros versos: "Viajero, / ¿de dónde vienes?". Es una introducción intensa, porque se centra en la otra persona y trata de comprenderla desde la perspectiva de ella. Sale de su propia visión limitada sobre lo que acontece.
El viajero realiza una travesía. No queda claro adónde se dirige en su recorrido, pero evoca una progresión interior hacia una condición mejor.
Yokota: Puede tratarse de la típica aspiración juvenil de "avanzar"; pero, en realidad, para lograrlo, se requiere audacia. Ronald Bosco [profesor de literatura inglesa y estadounidense de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany] ha señalado que ese intento de avanzar en medio de la incertidumbre, cuando no se puede vislumbrar el alba, asemeja el estilo de Whitman.
Price: Es necesaria tener mucha fe para avanzar hacia lo desconocido y lo incierto. Es una fe en el bien fundamental de la vida, la naturaleza y el cosmos. No todos poseen esa fe, pero Whitman sí, y al parecer, Ikeda también.
Yokota: ¿Cuál es la postura de Whitman hacia lo desconocido?
Price: Pienso que lo encara con valor, fe y vitalidad. Es de una personalidad que considera que el universo está sustentado por la forma, la armonía y la felicidad. En Whitman hay una férrea y esencial convicción de que es el amor lo que cohesiona al universo, en contraste con la maldad, la malicia, el odio o la violencia. Si uno cree que el amor y la bondad están en el centro del universo, es más fácil adentrarse en la niebla.
Yokota: Usted afirmó que la poética del presidente Ikeda es intensa en su simplicidad y modestia. ¿Podría explayarse al respecto?
Price: Admiro la poesía sencilla. Y admiro la prosa o la lírica que no pretende lucirse, que no emplea constantemente términos ostentosos, ni alardea una erudición que yerra en alusiones inentendibles. Ikeda elabora sus poemas a partir de experiencias cotidianas en la naturaleza, con palabras comunes, pero bien elegidas, que contribuyen a darles efecto y fuerza a sus versos.
Se necesita confianza y comprensión del propio calibre humano para no ceder a la jactancia. Lo veo todo el tiempo en los textos académicos. Los menos seguros de su posición suelen usar un lenguaje teórico para demostrar sofisticación. Y la gente que realmente sabe de lo que está hablando es capaz de decir las cosas de marera directa, simple y categórica. Pueden escribir de manera convincente para otros eruditos, pero al mismo tiempo, de un modo asequible para una persona común de la calle.
Yokota: ¿Qué visión tiene Whitman de la naturaleza?
Price: Somos parte de la naturaleza, vivimos en ella y a través de ella. La obra cimera de Whitman es en definitiva Hojas de hierba. En ella, Whitman demuestra su fascinación por la hierba debido a muchas razones. Dice que esta crece en cualquier parte, de igual manera para los ricos que para los pobres; para los individuos de color y para los blancos; aquí, en los Estados Unidos, y en todas partes del mundo. Básicamente, la hierba es una planta común, en comparación con una orquídea o un vegetal exótico. Incluso, el pasto es sustituible. Whitman equipara eso a la labor de ser un poeta del pueblo. La hierba es el surgimiento de una nueva vida; representa el sostén de la vida. Cuando nos depositen bajo tierra, nos convertiremos en pasto. De modo que todo esto es también parte de una visión cíclica de la naturaleza.
Yokota: Por esa razón, me impresionó el verso que dice "surjo de la tierra". El señor Ikeda se sintió verdaderamente inspirado por la hierba que surgía de las cenizas. ¿Qué conexiones encuentra entre la poesía de Whitman y la de Ikeda?
Price: El empleo de un lenguaje sencillo para expresar sentimientos profundos; la utilización de la naturaleza para transmitir una visión analítica y espiritual, el deseo de armonizar con los demás y con el entorno natural. La metáfora del viajero es similar a la noción de Whitman de una ruta abierta por la cual viajar. Pese a su optimismo y a los factores que hacen convincentes ese optimismo, veo que ambos son conscientes de las dificultades y los peligros que aguardan al ser humano, de la arremetida de los sufrimientos y la adversidad, como lo expresa Ikeda. Ninguno de los dos es simplista, ni pasa por alto todo lo terrible que acontece en el mundo. Sin embargo, hay cierto optimismo en la personalidad y en el espíritu de ambos.
Kenneth M. Price es profesor de literatura estadounidense en la Universidad de Nebraska en Lincoln. Recibió su doctorado en la Universidad de Chicago. Es coeditor de la herramienta cibernética El archivo Walt Whitman. En 2009, recibió el Premio a la Innovación Digital otorgado por el Consejo de Sociedades Científicas de los Estados Unidos.
Nota bibliográfica
(1) IKEDA, Daisaku: La revolución humana, Buenos Aires: Emecé Editores, 1989, vol. 1, pág. 178.