Mensaje para la inauguración de la exposición «Todo lo que atesoras: Por un mundo libre de armas nucleares» (Nur-Sultán, Kazajistán, 2-13 de octubre, 2019)
(El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, envió un mensaje para la inauguración de la muestra “Todo lo que atesoras: Por un mundo libre de armas nucleares” expuesto en Nur-Sultán, Kazajistán)
Este año celebramos el 30º aniversario de la finalización de los ensayos nucleares en Semipalatinsk, el 10º aniversario de la entrada en vigor del Tratado sobre una Zona Libre de Armas Nucleares en Asia Central y la ratificación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares por la República de Kazajistán. Quiero expresar mis respetos al pueblo kazajo por sus perseverantes esfuerzos por la desnuclearización a pesar de los cuantiosos obstáculos y mi agradecimiento por acoger la exhibición “Todo lo que atesoras: Por un mundo libre de armas nucleares” en este país abanderado de la paz.
En Semipalatinsk, se firmó el Tratado sobre una Zona Libre de Armas Nucleares en Asia Central. En esa ciudad, a finales de la década de 1980, surgió el movimiento antinuclear Nevada-Semipalatinsk que se convirtió después en una coalición ciudadana global por la prohibición de los ensayos nucleares y la erradicación de las armas nucleares.
El movimiento confederó a personas de las más diferentes procedencias, nacionalidades y posturas, y difundió tenazmente el mensaje de que no hay lugar en el planeta libre de la amenaza de las armas nucleares ni de sus efectos inhumanos. El ex presidente Nursultán Nazarbáyev, que logró la primera clausura de un polígono de ensayos nucleares, escribió: “Para los habitantes de Kazajistán, las armas nucleares y la radiación dejaron de ser cuestiones hipotéticas y distantes. Fue un mal cruel que causó una desolación implacable durante más de cuatro décadas”.
Pero la solidaridad y la esperanza de crear un mundo libre de armas nucleares brotó en la sociedad kazaja y se diseminó por todo el orbe, trazando un magnífico ejemplo de búsqueda de la paz que sensibilizó a la humanidad.
Un 2 de octubre como mañana, hace cincuenta y nueve años atrás, emprendí mi primer viaje a ultramar decidido a promover globalmente un movimiento ciudadano por el respeto a la vida. Yo ardía en el espíritu de inseparabilidad de mentor y discípulo y estaba deseoso de corresponder a mi maestro de vida, el segundo presidente de la Soka Gakkai Josei Toda, que dedicó su existencia a eliminar el sufrimiento de la faz de la Tierra.
En septiembre de 1957, en medio de la carrera armamentista nuclear, Josei Toda pronunció un discurso público en el que urgió la proscripción de las armas nucleares y tachó de inadmisible su uso por cualquier país. La declaración del señor Toda por la abolición de las armas nucleares se convirtió en el punto de partida del movimiento del diálogo por la paz que los miembros de la Soka Gakkai Internacional (SGI) promovemos a escala mundial.
Es necesario cambiar y combatir el razonamiento que justifica las armas nucleares, es decir, la forma de pensar que lleva a los estados a priorizar su bienestar y predominio menospreciando vidas, sacrificando pueblos y arriesgando la supervivencia de la raza humana.
La exposición “Todo lo que atesoras” fue creada con la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) con esa intención y ha sido llevada a noventa localidades de veinte países. En esta ocasión, se presenta por primera vez en idioma ruso.
“No pierdas el sentido de justicia y no te canses de hacer el bien”. Estas son las palabras de aliento del gran poeta Abai Kunanbaev. Los miembros de la SGI nos comprometemos a trabajar junto a nuestros amigos de Kazajistán en aras de la construcción de un mundo de paz y de coexistencia creativa, libre del peligro de las armas nucleares.
Con el mayor respeto y aprecio, termino este mensaje con mis mejores deseos de prosperidad para el pueblo de Kazajistán.
(Leído mediante representación en la inauguración especial el 1 de octubre de 2019)