Las universidades son baluartes de esperanza (Times of India, 23 de septiembre, 2019)
Los fenómenos meteorológicos extremos están causando estragos en el mundo y sus consecuencias serán funestas si el cambio climático avanza a este ritmo. Las medidas tomadas a nivel nacional no son suficientes y es necesario aunar mayores esfuerzos de los gobiernos locales y el sector industrial.
Las universidades, por su parte, están efectuando iniciativas destacables. En julio (de 2019), en medio de las intensas olas de calor que azotaron Europa, más de 7000 instituciones de educación superior declararon conjuntamente la emergencia climática y anunciaron su compromiso de combatir la situación mundial.
Ante los numerosos desafíos planetarios, la enseñanza y la investigación universitarias generadoras de nuevos tiempos es de suma importancia. Las instituciones de educación superior pueden contribuir sustancialmente articulando sus esfuerzos con el conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptado por las Naciones Unidas en 2015, que aspira construir un futuro mejor para la humanidad mediante el cumplimiento de metas como la erradicación de la pobreza y la acción climática.
Para eso, es necesario fomentar la participación de las instituciones de educación superior como núcleos impulsores del logro de los ODS. Desde 2010, la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) conecta más de 1300 instituciones de educación superior en 140 países. En octubre de 2018, la UNAI designó 17 universidades como “centros para los ODS” por su actividad innovadora en beneficio de los ODS. La Universidad de Zúrich de Suiza fue elegida centro promotor del ODS 13 (acción climática) y el Instituto Universitario Kristu Jayanti de Bengaluru, India, del ODS 1 (fin de la pobreza). Las universidades del mundo podrían participar dinámicamente adoptando objetivos acordes al enfoque de su institución y coordinar iniciativas con los 17 centros existentes.
Las instituciones de estudios superiores son baluartes de esperanza y seguridad para la sociedad, que tienen la capacidad de contribuir decisivamente al bienestar del género humano. Como fundador de la Universidad Soka, he promovido el intercambio educativo y el diálogo con líderes del mundo pedagógico en torno a la misión de las universidades.
Una de las responsabilidades sociales de la universidad es el fomento de la conciencia planetaria. En junio de 2018, el ganador del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y yo hicimos público un mensaje a los jóvenes en el que destacábamos la importancia del empoderamiento juvenil a través de la educación en ciudadanía mundial. En el mensaje sugerimos trabajar en lo siguiente:
- Promover una conciencia colectiva sustentada en la memoria universal de la historia, para no repetir las tragedias.
- Promover el entendimiento de que la Tierra es nuestra Casa Común, donde nadie debe ser excluido por las diferencias.
- Promover la orientación humanitaria de la política y la economía, y cultivar la sabiduría para el logro de un futuro sostenible.
Las universidades son el entorno ideal para llevar a cabo esta noble empresa educativa. Son las antorchas que iluminan el camino a seguir de las naciones. Son fuente de sabiduría y generadoras de nuevas ópticas para solucionar los problemas globales.