noviembre 23, 2016
El presidente de la SGI, galardonado con el Premio Gusi de la Paz
El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, fue galardonado con el Premio Gusi de la Paz 2016 concedido por la fundación filipina homónima. Este reconocimiento obedece a sus constantes contribuciones a la construcción de la paz a través de la educación y de la filosofía del humanismo budista. El vicepresidente de la SGI, Hiromasa Ikeda, aceptó el premio en nombre de su padre de manos del presidente de la fundación, Barry Gusi, en una ceremonia celebrada en el Centro Internacional de Convenciones de Filipinas, en Manila, el 23 de noviembre de 2016. Entre los catorce galardonados en la edición de 2016 se encuentran también el primer ministro Timothy Harris, de Saint Kitts y Nevis, el Sr. Amor Masovic, presidente de la Comisión Federal Bosnia para Personas Desaparecidas, y el Sr. Nicolas Hagger, poeta británico, escritor e historiador cultural.
Fundada en la República de Filipinas, la Fundación del Premio Gusi de la Paz tiene como objetivo reconocer a personas o grupos de todo el mundo que se hayan distinguido como modelos excepcionales para la sociedad o hayan contribuido a promover la paz y el respeto a la dignidad de la vida humana. A través de este objetivo, la fundación ha inspirado y despertado las conciencias entre los miembros de la sociedad. Entre los galardonados en ediciones anteriores se encuentran el ex presidente filipino Fidel V. Ramos (2006) y el ex presidente de Kirguistán Askar Akayev (2015). El Premio Gusi de la Paz constituye también una fundación benéfica que trabaja en colaboración con organizaciones no gubernamentales para la mejora de la humanidad a través de misiones médicas y otros programas adicionales de asesoría a las personas menos privilegiadas, que han sufrido abusos y personas enfermas. Las raíces de la fundación se remontan a setenta años atrás, al padre de su actual presidente, el capitán Gemeniano Javier Gusi (1920–88), quien combatió contra la opresión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial y quien posteriormente se convertiría en defensor de los derechos humanos, apoyado por su esposa, Teodora Sotejo Gusi (1934–2005).
El presidente Gusi reflexiona: “Mi padre solía decir: ‘Nunca debes condenar o culpar a otros. En cambio, debes avanzar en bien de la paz mundial y la armonía, hoy y mañana’”. Explica que, también él, ha trabajado intensamente para cultivar amistades en todo el mundo y, es por ello que la fundación ha querido reconocer al Sr. Ikeda por sus logros como un gran líder que ha construido una red que conecta a personas de todo el mundo.
En el mensaje de aceptación enviado para la ocasión, el Sr. Ikeda expresó su profundo agradecimiento por el reconocimiento, diciendo: “Ningún reconocimiento por mi trabajo me resulta tan querido como el que me ha sido conferido por una institución campeona de la paz y la humanidad”. Al expresar su deseo de compartir este premio con sus compañeros miembros de la SGI en todo el mundo, el Sr. Ikeda declaró:
He sabido que gusi en tagalo significa “jarra antigua de tesoros”. El presidente Gusi señala que “la paz debe comenzar desde adentro”, y esto, creo, significa que la verdadera “mina de oro” habita realmente en nuestros corazones. La razón por la que en todas partes los miembros de la SGI participan en diálogos de a pie como medio para inspirar a otros, radica en nuestra fe en la naturaleza virtuosa de cada individuo, en el “tesoro de la vida”.
Para concluir, manifestó su firme compromiso de “desempeñar mi parte en expandir aún más las filas de nuestra gran marcha por la paz y la humanidad”, junto con los demás compañeros galardonados.
El presidente de la fundación, Barry Gusi (5º por la izquierda), hizo entrega del certificado del Premio Gusi de la Paz 2016 al vicepresidente de la SGI, Hiromasa Ikeda (4º por la derecha), durante la ceremonia de entrega celebrada en el Centro Internacional de Convenciones de Filipinas, el 23 de noviembre de 2016.
[Adaptado a partir de un artículo publicado el 26 de noviembre de 2016 en el Seikyo Shimbun, Soka Gakkai, Japón]