mayo 18, 2009
Reconocimiento: Universidad de la Reina de Belfast
Vicerrector Peter Gregson (izquierda) y Daisaku Ikeda (derecha)
El 18 de mayo de 2009, Daisaku Ikeda, fundador de la Universidad Soka y presidente de la SGI, recibió el título de Doctor en Derecho (Honoris Causa) de la Universidad de la Reina de Belfast, Irlanda del Norte, por sus aportes a la promoción de la paz y la educación, durante una ceremonia realizada en la Universidad Soka, situada en la ciudad japonesa de Hachioji, Tokio. El acto fue oficiado por el profesor Peter Gregson, presidente y vice rector de la Universidad de la Reina en Belfast, que acudió con su segundo, el pro vicerrector Ken Brown, y otros miembros de la prestigiosa institución académica.
La Universidad de la Reina de Belfast fue creada por la reina Victoria I en 1845, como centro de estudios superiores no confesional perteneciente a un sistema de tres instituciones similares (las otras fueron establecidas en Cork y Galway). Adquirió el rango universitario y su nombre actual en 1908. Cuenta con veinticinco mil alumnos de grado y posgrado. Pertenece al Grupo Russell conformado por universidades líderes en investigación del Reino Unido.
Al pronunciar el laudatio, el presidente Gregson recordó que el dramaturgo George Bernard Shaw decía que la paz no es únicamente mejor que la guerra, sino que es exponencialmente más difícil de conseguir. A pesar de estar consciente de ello, Daisaku Ikeda, observó, se dedicaba incansablemente a promover la paz a través de su labor como escritor, filósofo, educador y líder religioso.
Daisaku Ikeda, al tomar la palabra, expresó su gratitud por el honor recibido y su compromiso de promover la educación como la suprema divisa de la dignidad humana. Señaló que la Universidad de la Reina de Belfast cumplía un rol importante en la sociedad fomentando concretamente la paz, tal como lo demostró en las décadas más turbulentas de la guerra civil. Un ejemplo de ello era el senador George J. Mitchell, su ex rector, quien fue el artífice de la firma en 1998 del Acuerdo de Viernes Santo, que impulsó el proceso de paz en Irlanda del Norte. Asimismo, Daisaku Ikeda hizo propicia la ocasión para alentar a los estudiantes universitarios a cultivar sabiduría y a convertirse en personas de ejemplar carácter, comprometidas a coadyuvar al establecimiento de la paz duradera, pues eran los jóvenes quienes debían protagonizar dicha monumental tarea. Asimismo, pidió a la juventud a vivir con agradecimiento –en especial el filial hacia los progenitores— tal como lo expresaba el lema de la ciudad de Belfast, que enseña a retribuir la deuda de gratitud.
[Basado en el artículo publicado el 19 de mayo de 2009 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]