marzo 16, 2009
Reconocimiento: Doctorado honorario de la Universidad de Aquino – Bolivia
De izquierda a derecha: Presidente Daisaku Ikeda,
rector Antonio Saavedra Muñoz y ex rector José Antonio
de Chazal Palomo
El 16 de marzo de 2008, la Universidad de Aquino - Bolivia (UDABOL), la casa de estudios superiores privada más importante de la nación sudamericana, confirió el título de Doctor Honoris Causa a Daisaku Ikeda, presidente de la SGI y fundador de las instituciones educativas y culturales Soka.
El acto de entrega, presidido por el magnífico rector Antonio Saavedra Muñoz y el ex rector José Antonio de Chazal Palomo, fue llevada a cabo en el marco de la ceremonia de graduación de la Escuela Soka de Tokio, situada en Kodaira, realizada en conjunto con la Escuela Soka de Kansai, localizada en la prefectura de Osaka, por conexión simultánea de imagen y audio vía satelital.
Al dirigirse al público, el rector Saavedra señaló que los principios de la Universidad de Aquino – Bolivia estaban basados en la filosofía Tomista (Santo Tomás de Aquino, 1225-1274) "que se traduce en valores del pluralismo, el respeto mutuo, la integración, la austeridad, el bien común, la justicia y la libertad" y que su institución estaba dedicada a la formación de recursos humanos bajo tales principios, a fin de extender los beneficios de la educación superior universitaria y de la cultura a la sociedad. Luego, destacó que la institución que dirigía había decidido otorgar su máximo reconocimiento a Daisaku Ikeda "por los méritos que rodean su personalidad, su profunda vocación pacifista y su respeto hacia los que sufren, habiendo dedicado su vida a la construcción de diferentes instituciones que tienen un sentido profundamente pacifista…".
Daisaku Ikeda expresó su profunda gratitud y aprecio a las autoridades académicas bolivianas por los honores recibidos y expresó su compromiso de seguir impulsando la amistad entre los dos pueblos, a la vez que reiteró su decisión de promover la educación y la paz en el mundo. Asimismo, hizo propicia la ocasión para alentar a los jóvenes y manifestar sus expectativas de que éstos contribuyeran al desarrollo de la sociedad y la paz, sin olvidar la gratitud y el amor filial. Ikeda instó a los estudiantes a mantener un espíritu inquebrantable para superar triunfales todas las adversidades, recordándoles que los problemas más abrumadores y los fracasos pueden conducir a las personas a un éxito futuro.
[Basado en el artículo publicado el 17 de marzo de 2009 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]