octubre 26, 2008
Simposio: Universidad Normal de Pekín, China
La Universidad Normal de Pekín de la China patrocinó en colaboración con la Universidad Soka del Japón un simposio internacional sobre la filosofía de paz y educación de Daisaku Ikeda, que se celebró el 25 y el 26 de octubre de 2008. El evento académico realizado en la Sala de Conferencias Yingdong de la casa de estudios superiores pekinesa –en ocasión del 40º aniversario de la propuesta realizada por Daisaku Ikeda en pos del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la China y el Japón—, reunió a ciento ochenta representantes de cuarenta y siete instituciones académicas, entre ellas quince centros de investigación de la China especializados en el pensamiento ikediano.
En la sesión inaugural efectuada el 25 de octubre, Ge Jianping, vicepresidente de la Universidad Normal de Pekín, y Hideo Yamamoto, presidente de la Universidad Soka, pronunciaron sendos discursos en representación de los organizadores.
Posteriormente, Gao Yimin, subdirector del Centro de Educación Comparada de la Universidad Normal de Pekín, dio lectura a un mensaje enviado por Daisaku Ikeda, en el que éste reiteraba su compromiso en bien de las relaciones bilaterales entre la China y el Japón y su gratitud por la celebración del evento académico en su homenaje, rememorando que hace cuatro décadas, lo que lo había motivado a enarbolar la bandera de la paz en épocas sumamente críticas fue su afán de defender el porvenir de las generaciones futuras. Luego, Daisaku Ikeda hizo expreso sus respetos al cónclave de educadores, por la noble tarea a la cual se dedicaban diariamente, acotando que así como la paz era el propósito supremo de la humanidad, la educación era el camino esencial que conduce hacia ese fin. Asimismo, destacó que Tsunesaburo Makiguchi, educador y primer presidente de la Soka Gakkai, abogaba que el propósito fundamental de la vida era la felicidad y que por tal, el propósito fundamental de la educación debía ser la felicidad del ser humano; en consecuencia, la educación debía centrarse en la formación de personas que fuesen capaces de utilizar los conocimientos en bien de la dicha y la paz de la humanidad.
Durante el simposio se expusieron cuarenta y un trabajos sobre la filosofía de Daisaku Ikeda en torno al arte, la literatura, las ciencias humanas, las ciencias administrativas y las relaciones entre la China y el Japón. Participaron como ponentes Xiang Xianming, director del Centro de Educación Comparada de la Universidad Normal de Pekín; Shi Zhongying, director de la Escuela de Posgrado de la misma institución; Lin Tsai-mei, ex presidente de la Universidad Cultural China de Taiwán; y Gu Mingyuan, presidente de la Sociedad para la Educación de la China. Al igual, acudieron como delegados de la Universidad Soka, los profesores Tsuyoshi Takahashi y Masaru Higuchi.
En una conferencia magistral, Song Chengyou, presidente del Centro de Investigaciones "Daisaku Ikeda" perteneciente a la Universidad de Pekín, destacó que el líder de la SGI no solo era poseedor de una adelantada visión, sino que también era un gran conocedor de los valores espirituales y las tradiciones culturales del pueblo chino. Subrayó además que Daisaku Ikeda había calificado reiteradamente a la China como una nación benefactora del Japón y había enfatizado la necesidad de que el pueblo nipón asumiese una justa interpretación de la historia. El académico expresó además que, a pesar del transcurso del tiempo y de los diversos períodos que había experimentado la relación sino-japonesa, la perspectiva de Daisaku Ikeda seguía teniendo validez indeleble.
Por otro lado, Zhong Minghua, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Zhongshan (Sun Yat-sen) de Cantón, señaló que Daisaku Ikeda era un continuador de la teoría de la creación de valor de Tsunesaburo Makiguchi, primer presidente de la Soka Gakkai, y del pensamiento de Josei Toda, discípulo de Makiguchi. Destacó que la filosofía del humanismo expuesta por el budismo que propugnaba Ikeda era una filosofía holística e integral de la vida. Luego, afirmó que Daisaku Ikeda ponía en práctica los principios básicos del budismo tales como los conceptos de la "inseparabilidad entre el sujeto y su entorno", la "indivisibilidad de lo material y lo espiritual" (o la no dualidad del cuerpo y la mente) y la "felicidad para uno y para los demás", todo lo cual servía para dar solución a los problemas globales que enfrentaba la humanidad.
En otra sesión, Wei Lixin, decano de la Facultad de Lenguas y Culturas Asiáticas de la Universidad de Guangdong de Estudios Extranjeros, señaló que la filosofía de Daisaku Ikeda estaba centrada firmemente en el ser humano y en el respeto por la dignidad de la vida.
[Basado en el artículo publicado el 1º de noviembre de 2008 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]