marzo 16, 2008
La Asociación Internacional de Fondos para la Infancia de Rusia distingue a Daisaku y Kaneko Ikeda
El presidente Likhanov (derecha) otorga a Daisaku Ikeda el título de "Caballero Defensor de los Niños"
El 16 de marzo de 2008, el presidente de la Asociación Internacional de Fondos para la Infancia, con sede en Moscú, Albert A. Likhanov, entregó a Daisaku Ikeda, fundador de la Escuela Soka y presidente de la SGI, la distinción "Caballero Defensor de los Niños" en reconocimiento por su dedicación a la educación y a la felicidad de los niños. El acto honorífico se llevó a cabo durante la ceremonia de graduación conjunta de la Escuela Soka de Tokio y la Escuela Soka de Kansai, que se celebró en la sede educativa de la capital japonesa de manera sincronizada, con una conexión vía satélite, con la comunidad académica homóloga de Kansai, en la región suroeste del archipiélago. La distinción fue establecida este año con el propósito de conmemorar el 20o aniversario de la organización rusa. El presidente Ikeda es el primer extranjero en recibir dicho reconocimiento. Kaneko Ikeda, esposa del fundador, recibió un certificado de agradecimiento por parte de la organización para la infancia.
En un discurso alusivo, el presidente Likhanov destacó los esfuerzos que realizaba el señor Ikeda para proteger y alentar a las generaciones jóvenes y a los más desprotegidos, a través de sus palabras y acciones. En tanto, el presidente Ikeda expresó su sincero agradecimiento por el honor recibido.
El presidente Likhanov es un importante autor de cuentos infantiles de su país. La organización que lidera tiene su origen en el Fondo para los Niños Soviéticos, establecido en 1987. Este organismo realiza actividades en defensa de los derechos de los niños, a la vez que brinda apoyo médico y educativo a los niños y jóvenes.
En 1996, Albert A. Likhanov y Daisaku Ikeda iniciaron un intercambio de perspectivas sobre la educación, que luego fue editado en forma de serie en la revista mensual educativa japonesa Todai; en 1988, la serie fue publicada en forma de libro, con el título The Path to the Land of Children (La ruta hacia la tierra de los niños, traducción tentativa).
En el discurso que pronunció en la ceremonia, el fundador de la Escuela Soka manifestó su agradecimiento a los jóvenes que egresaban de la Escuela Soka por haber estudiado en la institución que él había fundado. Asimismo, los alentó a ser siempre agradecidos con sus progenitores y a ser personas dignas de confianza. Luego, exhortó a los reunidos a buscar el acendramiento de la personalidad y a aunar valentía para superar las dificultades de la vida, aseverando que lo que importa al final es cuánto ha logrado hacer una persona durante su existencia.
El presidente Ikeda alienta a un graduando
[Basado en el artículo publicado el 17 de marzo de 2008 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]