febrero 27, 2008
Universidad de Pekín realiza simposio sobre Daisaku Ikeda
El 27 de febrero de 2008, la Universidad de Pekín, China, organizó un simposio académico alusivo a Daisaku Ikeda, presidente de la SGI y fundador de la Universidad Soka, en ocasión de su octogésimo onomástico celebrado en enero del año en curso. El evento se llevó a cabo en un salón del Centro de Intercambio Yingjie y contó con la asistencia de unos trescientos cincuenta participantes, entre los que se encontraban delegados de la Asociación para la Amistad Chino-Japonesa, la Federación Nacional de Jóvenes de la China, y veinte instituciones de estudios superiores del país, además de integrantes del alumnado y el plantel docente de la Universidad de Pekín. Asimismo, asistieron el presidente de la Universidad Soka, Hideo Yamamoto, el director de la junta administrativa de la misma institución educativa japonesa, Hiromasa Ikeda, así como estudiantes de la Universidad Soka y del Instituto Superior Soka para Señoritas que se encontraban cursando diversos programas de aprendizaje en la China.
El presidente de la Universidad de Pekín, Xu Zhihong, observó en su discurso inaugural que Daisaku Ikeda había realizado esfuerzos precursores en la construcción del puente amistoso que existía entre la China y el Japón.
El líder de la SGI envió un mensaje para el evento que fue leído ante el público, en el que manifestó su beneplácito ante la floreciente amistad entre la Universidad de Pekín y el pueblo japonés, y recordó el intercambio que había sostenido con dicha casa de estudios superiores en siete oportunidades, en tres de las cuales había concurrido como disertante.
El simposio tuvo entre sus expositores a Liu Deyou, vicepresidente ejecutivo de la Asociación del Pueblo Chino para la Amistad con Países Extranjeros; Jia Huixuan, director de la Sociedad de Estudio sobre Daisaku Ikeda de la Universidad de Pekín; y Ji Yaguang, subdirector del Centro para el Estudio Filosófico y Cultural de la Universidad Nankai. Los tres académicos se refirieron al llamado público que había realizado el señor Ikeda en 1968 en aras del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Japón, y analizaron su filosofía, trayectoria e ideario educativo.
El señor Liu Deyou, quien en 1968 trabajaba como corresponsal en Tokio de la agencia noticiosa Xinhua, subrayó que el señor Ikeda había puesto en riesgo su vida cuando propuso la normalización de las relaciones bilaterales debido a que en aquel entonces cundía en el Japón una enraizada hostilidad hacia el pueblo chino que databa de la invasión nipona en la década de 1930. El señor Liu comentó que la aguda proyección del señor Ikeda condujo a la declaración conjunta firmada entre el Partido Komei del Japón y la Asociación para la Amistad Chino-Japonesa, que se convirtió luego en la base del Tratado de Paz y Amistad entre China y Japón rubricado en 1978.
El director Jia presentó un análisis sobre el enfoque contemporáneo que Daisaku Ikeda ha dado a los principios budistas y sobre la novela La revolución humana de su autoría.
Por su parte, el subdirector Ji destacó las características de la filosofía pedagógica de Daisaku Ikeda señalando que ésta se enfocaba en la formación de la personalidad; el desarrollo del humanismo y las virtudes inherentes al ser humano; la consolidación de una educación orientada a la contribución social y a la integración del ente educador, la familia y la sociedad; la promoción del concepto del aprendizaje a lo largo de toda la vida; el desarrollo de personas con perspectiva global; y, la formación de individuos comprometidos a la paz y a la defensa de la dignidad humana. Asimismo, observó que la filosofía del señor Ikeda estaba basada en el respeto absoluto al valor de la vida, y que tenía por objetivo la felicidad humana y la armonía social, dentro del marco de la relación del ser humano con la comunidad global. Por ello, expresó, el líder de la SGI brindaba pautas importantes para el desarrollo de la paz en el mundo.
Un representante de la Universidad de Pekín destacó que la celebración del natalicio de un extranjero japonés por una institución educativa china tan renombrada y con la participación de funcionarios de tantas universidades era un hecho sin precedentes que demostraba el reconocimiento que el señor Ikeda había cosechado en el pueblo chino.
[Basado en los artículos publicados el 29 de febrero y el 4 de marzo de 2008 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]