abril 23, 2008
Daisaku Ikeda celebra el Día de la Soka Gakkai junto a los miembros
Hachioji, Tokio (23 de abril de 2008)
El 23 de abril de 2008, Daisaku Ikeda asistió a la reunión mensual de la sede central para responsables de la Soka Gakkai, en conmemoración del 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai, realizada en el Centro en Memoria del Presidente Makiguchi, situado en Hachioji, Tokio. Participaron miembros de la SGI de diecisiete países y territorios, junto a los representantes de la Soka Gakkai de todo el Japón.
Durante la celebración, el presidente Ikeda anunció que actualmente el budismo de Nichiren estaba siendo practicado por los miembros de la SGI en ciento noventa y dos países y territorios del orbe, gracias a la reciente adición de las Islas Salomón, en el Pacífico Sur, y de Montenegro, en Europa. El señor Ikeda elogió los esfuerzos que realizaban los integrantes de la organización como buenos ciudadanos de su comunidad, en bien de la paz, la cultura y la educación.
Posteriormente, el líder de la SGI rememoró su encuentro con el historiador británico Arnold Toynbee, hace treinta y seis años, como el punto de partida de sus esfuerzos para entablar diálogos con líderes y pensadores de las más diversas procedencias en aras de la paz y la felicidad de la humanidad. Como fruto de ello, dijo, había mantenido más de mil seiscientos encuentros y publicado cincuenta libros con filósofos y personalidades de todo el globo, tales como el ganador del Premio Nobel de la Paz, Linus Pauling; el renombrado economista John Kenneth Galbraith; el líder sudafricano Nelson Mandela; y el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov, entre otros.
Luego, el presidente Ikeda se refirió al amor solidario y destacó que Víctor Hugo, no sólo aseguró que el corazón de la democracia era la solidaridad, sino que: "La humanidad es solidaria con el planeta; el planeta es solidario con el Sol; el Sol lo es con las estrellas, y estas con las nebulosas; las nebulosas son solidarias con la galaxias, y estas con el infinito. La solidaridad de los hombres es el corolario invencible de la solidaridad cósmica". [HUGO, Víctor: "Philosophie, commencement d'un livre (Filosofía, comienzo de un libro)", Oeuvres Complètes (Obras completas), París, Le Club Francais du Livre, 1969, vol. 12, pág. 49.] "Solidaridad", dijo el líder de la SGI "es una palabra que describe perfectamente a la Soka Gakkai. (…) Este sentimiento de amor solidario y humano que fluye en toda la red de amistad de la SGI envuelve el universo y cubre todo el planeta".
Más tarde, el presidente Ikeda, en alusión a la importancia del agradecimiento, citó el siguiente fragmento de los escritos de Nichiren: "Consideré que lo más importante era reconocer las obligaciones con los demás, y entendí que mi primer deber era saldar las deudas de gratitud". [The Writings of Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 1999, vol. 1, pág. 122.] A través de lo cual, sostuvo que la filosofía budista buscaba esclarecer el camino que conduce a una existencia más humana.
Participaron miembros provenientes de diecisiete naciones de ultramar
Asimismo, recordó que su mentor, el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, había afirmado: "Si observamos el mundo de hoy, hay muy pocas personas con el debido sentido de agradecimiento. La ingratitud es la raíz de los problemas que afligen a la sociedad". Luego, el señor Ikeda añadió: "Una familia está en problemas cuando los hijos olvidan ser agradecidos con sus padres y valorar lo que ellos hacen. Y cuando los líderes de la sociedad olvidan la gratitud al pueblo, invariablemente se vuelven arrogantes y empiezan a desviarse del rumbo".
Después de compartir otras escrituras y enseñanzas budistas que describen la importancia de cumplir las obligaciones y los compromisos, el presidente Ikeda aseveró: "De las muchas clases de agradecimiento que existen, el budismo enseña que la más importante es la que uno debe a su maestro; en otras palabras, a las personas que nos enseñan los principios del budismo y el camino correcto en la vida". El presidente Ikeda expresó en la reunión que, por ello, él se había consagrado con alma y vida a trabajar por la felicidad y el bienestar de los miembros, en el afán de corresponder a su mentor, Josei Toda, y asegurar que el legado de su maestro se perpetuara a lo largo de la posteridad.
[Basado en los artículos publicados el 24, 25 y 28 de abril de 2008 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]