El budismo describe diez estados o condiciones que experimenta la vida a cada instante, y que cambian en respuesta a la interacción con otras personas y con el ambiente.
Los diez estados son las formas de experimentar la vida propias del infierno, las entidades hambrientas, los animales, los asuras, los seres humanos, los seres celestiales, los que escuchan la voz, los que toman conciencia de la causa, los bodhisattvas y los budas. En algunas enseñanzas budistas, los «nueve estados» —todos menos el de los budas— se postulan como categorías separadas, sin contacto con la Budeidad. Para el budismo Nichiren, en cambio, los diez estados en su totalidad son inherentes a la condición humana.
Los estados de los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa a veces se denominan, en conjunto, «dos vehículos»; en muchas enseñanzas budistas, se considera que los seres en los dos vehículos están excluidos del logro de la iluminación suprema o Budeidad a causa de sus apegos arrogantes. Sin embargo, el Sutra del loto en el cual se basó Nichiren enseña que incluso las personas de los dos vehículos pueden manifestar el estado de los budas.